Descripción:
El Country Club, exclusiva zona residencial del este de Caracas, es un urbanismo proyectado y construido en la segunda década del siglo XX. Se levantó en los predios de las viejas haciendas Blandín, La Granja y El Samán por el arquitecto Frederick Law, creador del paisajismo moderno norteamericano y artífice del Central Park de Nueva York, entre otras obras de singular importancia. En medio de este tesoro vegetal capitalino, pulmón de vida y verdor, se levanta una vivienda que rezuma belleza, modernidad, elegancia y respeto por el entorno privilegiado que le sirve de escenario. Se trata de una edificación de estilo moderno de dos niveles, de líneas rectas, simples y elegantes, donde se privilegian las formas geométricas. Amplios y numerosos ventanales conforman su fachada para favorecer la entrada de la luz natural que tanto encanto tiene en el trópico caraqueño. Para este proyecto de remodelación arquitectónica, de ARKIAYA se respetó a rajatabla el diseño original de la casa, pues por sí solo constituye un baluarte sumamente estimado.
Los jardines, exquisitamente ornamentados, entran en un juego de seducción con el entorno coronado por nada menos que el Ávila y al mismo tiempo con la estructura misma de la vivienda. El resultado no podía ser más halagador: grandes extensiones de tórrida naturaleza y aire puro para deleite de los moradores de esta vivienda. En estos espacios de paisajismo vegetal se encuentra dispuesto un elegante y sencillo espejo de agua, de líneas rectangulares que en conjunto con un jacuzzi, sirve de área de recreo y diversión. A un lado, una moderna pérgola de planta simétrica que sirve como ornamento o área de sombra en las horas de mayor incidencia de la luz. La diadema que más luce en esta corona de diseño es el conjunto de paisajismo y piscina con ambiente musical y juego de luces.
En los espacios interiores de esta monumental y muy segura vivienda se usaron materiales tales como madera para los pisos y piedra coralina para el recubrimiento de algunos de los muros. Adicionalmente se acudió al recurso de usar diversos puntos de luz para recrear en cada uno de los ambientes una atmosfera de elegancia. Las habitaciones de la parte superior están dotadas de numerosos y contiguos ventanales de vidrio y acero, materiales de gran durabilidad y belleza, que facilitan el aprovechamiento de la luz natural que entra generosa para iluminar las estancias en horas del día. Para los pisos de estas habitaciones tipo suite, se escogió la madera pues es un material que aporta calidez a estos espacios que se destinan casi siempre al reparador descanso. La noble madera es un elemento que se repite a lo largo del diseño y la decoración de esta edificación. Para restar sobriedad y austeridad a una de las habitaciones destinada a los más jóvenes de la familia, se acudió al uso de un mural de vinyl de gran formato donde está representada una obra pictórica moderna. De igual forma se incluyó un mobiliario de estilo juvenil en tonos cálidos y brillantes. La estancia principal del inmueble, ubicada en la planta inferior, consta de múltiples niveles, conseguidos mediante el uso de tarimas de madera y pisos de mármol. Este espacio de uso común se comunica con los hermosos jardines por medio de ventanales de gran formato, lo que da como resultado una sensación de amplitud y profundidad.
Muebles de diseño contemporáneo, alfombras de área en colores neutros y obras de arte de gran formato, se disponen en el espacio para restarle frialdad y darle personalidad a las estancias familiares. De igual forma se usaron textiles de colores cálidos que sirvieran de balance frente a los puntos más neutrales. Se le colocaron a se diseñaron luminarias y canales de luz para crear distintas atmósferas a lo largo del día.